Pasarás junto a mi tumba
Indiferente,
el sol brillando en tu cabello,
música de risas y bromas,
y un nuevo amor sobre tu pecho.
Te amaba.
Yo guardé silencio.
Nunca mis labios lo dijeron,
Pero,
Acaso mis ojos ocultarlo
¿Alguna vez pudieron?
Así como el sol
Da vida
pero él vivir no puede,
Su propio fuego le devora,
Ilumina mientras se muere,
Así fue mi amor,
Tan ardiente, condenado
Tan brillante, tan lejano.
Pasarás junto a mi tumba,
Mi nombre ya
al olvido postergado,
tú feliz y yo
un nombre tan solo
sobre una lápida grabado.
Pero quiero pensar
Que si alguna tarde de otoño
En angustiosa soledad perdida,
En la nostalgia confundida
Del tiempo pasado,
Acaso mi nombre
Regrese a tus labios.
Un instante,
Quiero pensar
Que sabrás que te amé
En silencio sagrado.
Y si un sentimiento
De ternura y cariño
Florece pálido
Al evocar mi recuerdo
En tu seno divino,
En tu soledad misteriosa,
Ten presente amor mío
Que aún en la tumba
Tu felicidad ansío,
Y si mi recuerdo
Aún para ti significa algo,
Dedícame una canción
Dulce, suave y tierna;
Cántame como la luna canta
A la noche anhelante,
Con esos labios que nunca besé
Pero que hice míos;
Que mi nombre
Traiga la calma
A tu corazón afligido,
Que ahuyente la soledad,
Que reconforte tus suspiros.
Piensa en mí un instante,
Y luego olvida, ríe, y sé feliz,
Sé feliz amor mío.
Sir Henry, muy bonito poema te he leído.
ResponderEliminarSi has dejado el amor en el corazón de tu princesa yo creo nunca te olvidará, pues aunque pasen los años lo vivido perdura como eterna fragancia que envuelve el alma en suspiros y añoranzas.
Me encanto leerte.
saludos de un hada.
Muchísimas gracias, tu comentario me anima mucho, gracias por tomarte la molestia de leerme, un abrazo muy fuerte!
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