"Los grandes poetas escriben con sangre y lágrimas y agonía que, como las llamas, devoran y arrasan. Alcanzan la ciega locura con sus manos en la noche..." Robert E. Howard
sábado, 21 de noviembre de 2009
Selección de música y videos
The Dogma - Christine (thanks for this great video to Carol Guertin):
Sentenced - You Are The One:
Avalanch - Vientos del Sur:
Iced Earth - Dracula:
Ashram - Lullaby:
Fair Warning - Save Me:
Entwine - Closer (My Love):
Virgin Steele - A Cry in The Night:
Kamelot - Don´t You Cry:
Zenobia - Ante Tus Ojos:
Caminando
Silente sombra de extraños secretos
Lento es tu caminar, agónicos tus pasos
Como la corriente del río por la sequía herida
Avanzas entre tinieblas de muerte y de fracasos.
Sueñas las ciudades por los dioses erguidas
De un pasado ya enterrado pero no olvidado
Torres de negro marfil y murallas de oscuro mármol
Cielo ensangrentado por las llamas de un sol sacrificado.
Avanzas. Lento es tu caminar, silenciosos tus pasos.
Gritos de los muertos te rodean suplicando
Escuchas a través de las eras a las almas llorando
Cenizas de seres que aun muertos siguen acechando.
Y Entre el dolor y la tristeza tus pasos…
Tu espíritu por la soledad abrasado
Tu rastro es invisible al ojo humano
Consumidas tus esperanzas por los años.
En las tinieblas bailan las sombras con el fuego
Mil demonios que te aman con un corazón de hielo
Y un día fuiste alguien, mas ahora solo el eco
De un alma engañada y torturada, un corazón muerto.
Avanzas. Un lejano día el Amor te contagió la locura
Un lejano día entre las tinieblas del tiempo
Brillaba pálida la luna, su fulgor entre nubes de negrura
Y luego todo fue arrasado por la tormenta y por el viento.
Y entre el dolor y la tristeza tus pasos…
Aferrado a un mundo destrozado,
Cadáver del sepulcro levantado
Condenado a caminar entre los abismos del pasado.
Enrique Rull Suárez
lunes, 16 de noviembre de 2009
Breve comentario
Pocos escritores han aportado tanto a la literatura como Lord Dunsany. Su prosa cristalina es un compendio de un lirismo mágico, unas descripciones de imposible belleza y una extraña y maravillosa musicalidad que resultan inigualables. Alabado por Borges, Sprague De Camp, Lin Carter etc... idolatrado por Lovecraft, siendo una de las principales influencias en autores tan afamados como Tolkien o Ursula K. Leguin, por supuesto el mismo Lovecarft, Clask Asthon Smith, Robert E. Howard y un sin fin...sería imposible encontrar un artista capaz de, mediante una prosa poética tan elegante y magistral, evocar paisajes tan bellos que sólo los poetas en sus noches de delirio pueden alcanzar a soñar. Parafraseando a mi amado caballero de Providence H.P Lovecraft, Dunsany es un escritor que hace de cada lector un poeta también.
Esta novela es de las mejores que he leído. Por su puesto, ni su forma ni su contenido se ajustan a los gustos modernos, ni a lo que está acostumbrado el voraz lectos de "bestsellers" y otros productos de diseño prefabricado. "La Hija del Rey del País de los Elfos" (publicada en 1924) es una novela cuya trama es sencilla, que nos presenta dos mundos bien distintos e irreconciliables: el de los humanos, y el de los Elfos. Y el imparable paso del tiempo como elemento fundamental en el devenir de la novela. Sentido épico, romántico, espadas, princesas, reyes de poder inimaginable, castillos etc...son una constante en la novela.
La atmósfera de la magia del Reino del País de los Elfos es cautivadora, extraña y atractiva, y queda espléndidamente reflejada por medio de un lenguaje lleno de sugerentes metáforas y descripciones llenas de una belleza sublime y sin par; descripciones que poseen una originalidad y sentido onírico, a la par que una poderosa fuerza evocadora que hacen que el lector se sienta partícipe de esa vorágine de magia y sentido poético, inspirando visiones que pocas formas de arte pueden inspirar en la mente humana.
El lenguaje de Lord Dunsany tiene una personalidad propia. Es un auténtico poeta, insisto, aunque sus escritos no estén puestos en verso. Incluso los nombres que inventa o elige para las ciudades y personajes resultan de una grandísima belleza y sonoridad preciosa: Alveric, Lirazel...
No es un autor fácil para el lector de hoy. No es un autor que jamás vaya a gustar a todo el mundo. Creo que ha de tenerse una especial sensiblidad para soñar y para imaginar, un deseo de ir más allá de la realidad mundana y navegar por los misterios que nos rodean en la naturaleza que no se ven más que cuando cerramos los ojos.
No es mi deseo realizar una reseña de esta maravillosa novela, lenta pero no pesada, detallista, preciosa; tan sólo mi deseo es el de reivindicar a este auténtico clásico que entre la mediocridad del mal llamado mundo de la cultura y de los intelectuales de turno, ha quedado apartado y bastante olvidado. Lovecraft, tan audaz y dotado de esa especial sensiblidad para captar el arte y valorar las atmósferas preternaturales y mágicas de cualquier obra, supo ver la genialidad de este escritor, y la asimiló perfectamente.
Lord Dunsany fue un soñador empedernido, un poeta, un genio cuya magia pocos autores pueden igualar. Aquellos que gustan de soñar, de imaginar, de deleitarse con la belleza, deberían leer a este autor. Esta novela es tan lírica como épica, pero, por encima de todo, es una fantasía poética,una obra de arte, un clásico inigualable.
Enrique Rull
domingo, 15 de noviembre de 2009
Pensando en tí...
Al infierno bajé
Sólo para encontrarte
Allí yo te encontré
Sin siquiera buscarte
Y tu mirada fue
Como un sol radiante
Y con tu sonrisa me hechizaste,
Y mi alma a la tuya encadenaste.
En tus brazos caí
Loco por amarte
A tus besos sucumbí
Y la razón me robaste.
Y fue tu voz
dulce sinfonía
En cada nota sentía
Como mi amor ardía.
Y mis sentidos embotaste
Y mi tristeza tú apagaste.
Sé que fuiste un ángel
Y tus alas quiero ser
Y las lágrimas pasadas
Con mi amor convertiré
En gotas de fresco rocío,
Que brillen al nuevo amanecer.
Y es mi vida triste sombra
De lo que fue junto ti
Ahora que lejos estás,
Ahora que no estás junto a mí.
Y cuando cierro los ojos
Te siento abrazándome
Y tus labios rojos
Dulcemente besándome…
Y yo sigo aquí
Esperándote
Velando por ti
En mis sueños amándote
¡Maldiciendo cada instante sin ti!
Al infierno yo bajé
Sólo para encontrarte
Y al cielo te llevaré
Para mi amor entregarte.
Y el mío es amor del cielo,
Ardiente y sincero
Eterno y de fuego
¡El Amor Verdadero!
Enrique Rull