domingo, 17 de marzo de 2013

No Sobreviviré Otro Otoño...

Escarcha en los párpados,
Pupilas de cristal,
Marchitos los labios,
Se apagó el astro del día.
Dijiste no. La vida pasó.
Todo es humo,
Viene de la nada, a la nada va
Y dibuja mentiras en el cielo
Que jamás podré olvidar.

No sobreviviré otro otoño.
No quiero ser uno más sin corazón.
Ya elegí sacrificar el sano juicio
Mas ahora el doble siento, el doble sufro
El doble lloro y muero por dos.
En mis venas corre sangre emponzoñada
Violento y agrio vino de inquietud
Que no me deja, desde pequeño,
Vivir la vida en plenitud. ¡Locura!
Si.
O Amor.
.
Soy soledad en la distancia,
Triste rama que el viento
Del árbol arrancó.
No sobreviviré otro otoño.
Era de noche. Mi lamento nadie escuchó.
Seguí las huellas de tu último beso,
Al abismo me llevaron. Al dolor.
¿Hay luz en la vida?
Venimos de las tinieblas
A las tinieblas nos vamos,
Todo lo que hacemos, todo lo que somos
Todo lo que amamos…
¿No es acaso más que fugaz suspiro vano?
¡Adiós! Palabras, lealtad, juramentos,
Un “te quiero”,
¡Mentira! ¡Hipocresía!
¡Adiós!
Os dejo mi luna, mis estrellas,
La luz del crepúsculo, una mirada tierna,
Y mis cartas de amor.
Nada más tengo.
¡Adiós! 

Enrique Rull Suárez

1 comentario:

  1. Este poema es tan intenso que necesitaré leerlo más de una vez. Es una apasionada pero a la vez intensa despedida. Me encanta.

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