lunes, 29 de octubre de 2012

¿En qué piensas dulce niña?


¿En qué piensas dulce niña? Cuando la luna brilla y la noche calma envuelve tu inocente hermosura, tus labios suspiran, y yo me pregunto ¿En qué piensas? ¿Es tu mente un alegre campo que radiante brilla con la esperanza del mañana? ¿O azorada por los asuntos del día, inquieta te hallas? Cuando tu pálida tez acaricia la almohada, y las sábanas cubren blancas tu grácil y suave cuerpo de ninfa ¿En qué piensas dulce niña? ¿Acaso pides a Dios, o rezas, por las alegrías de mañana? ¿O algún pensamiento turbio te acecha y te daña? Cuando tus delicados párpados cansados al fin cubren tus brillantes ojos negros como la noche de estrellas plagada, y las tenues sombras se confunden en la nada, mi dulce niña ¿En qué piensas? ¿Acaso piensas en Amor? ¿Acaso en mí piensas?


Enrique Rull

domingo, 28 de octubre de 2012

Suspiro cansado


Suspiro cansado que empaña la esperanza
Abierto está mi pecho, que corra la sangre
Y cante el amor y la gloria en suaves notas
Tristes y dulces del tiempo pasado.
Recuerdo, la noche, tu tierno amor me envolvía
Acunábamos la ternura en nuestros sueños dorados,
Bailábamos al son de la vida inmortal,
Lejos, aún el mundo giraba
Y el tiempo corría,
Lejos aún la vida terminaba
Y el tiempo moría.
Recuerdo hojas que nacían
Y hojas que caían, y en tu mirada
Reflejábase la mía,
Y cada palabra de tu voz
Me acariciaba,
Y yo tu aliento divino
En cálida y ardiente pasión te robaba...

Hoy mirando sigo
En la fuente ya seca que guardó tu reflejo,
Tus huellas en la arena que borró el vendaval
La fragante rosa seca en el suelo,
La habitación que contempló
Tú último beso
Que el destino me quiso dar.  
Dime Amor ¿Ya es primavera? ¿Por qué este frío?
¿Por qué no oigo a los pájaros cantar?
¿Es mi alma, en silencio, la que grita, la que llora?
¡Triste que el fuego que hoy me consume
Es el mismo que un día me hizo brillar!
Estas lágrimas que como velo
Mis ojos cubren
Le pido a Dios
Que el tiempo no permita enjugar,
Pues los días que se fueron
Embriagados de felicidad
Atados al Amor están,
Y es la tristeza de hoy
El canto del cisne
de aquella dicha celestial,
En ella me regocijo,
Me refugio,
Eterno instante,
Mi única vida
Amor de verdad.

Enrique Rull