domingo, 26 de abril de 2009

EDGAR A. POE, se cumplen 200 años de su nacimiento


http://www.elpais.com/articulo/cultura/Poe/sueno/elpepicul/20090114elpepicul_5/Tes


El enlace de ahí arriba es,en pocas líneas y muy escueto, un buen resumen, de lo mejor que ha aparecido en los diarios en estos ultimos días sobre el Genio. Esto que sigue,como comentario al artículo de arriba, lo escribe, este humilde aficionado y diletante de la obra del maestro, de la poesía, de la literatura, y del lado más mágico y pasional del ser humano, entre otras cosas :-)

Relegado a autor juvernil de "cuentos de miedo", injustamente menospreciado y muy conocido pero poco leído y comprendido, este años se cumplieron 200 años del nacimiento de Poe.

Quiero señalar y poner énfasis en varios detalles que conviene tener presentes: su influencia en genios como Lovecraft, Machen, Kafka, Baudelaire; enla poesía en general, que quedó prendada de sus novedades y genio, y absolutamente influida; admirado por tantísimos escritores, pintores, músicos, de todas épocas y ámbitos, desde el super ventas Sthephen King (su principal influencia, junto a Lovecraft), al mítco y genial director Tim Burton (sus películas tan bien ambientadas son de lo poco en el cine que ha logrado aproximarse a las atmósferas de los escritos de Poe), Richard Matheson, Bradbury, y en tantísima música de todos los estilos, como Nox Arcana, innumerables grupos de Metal, música clásica, hasta series de TV, es decir, una influencia que se expande en el tiempo hasta nuestros días y que abarca todos los campos artísitcos y los medios populares.

Reivindicar la figura de Poe y su obra, su trágica vida, entendiendo su alcoholismo como enfermedad, sus locos amores y pasión, más allá de los erróneos tópicos y los etiquetados facilones de "borrachín" o "el que escribe cuentos de miedo", es lo que pretendo con esta nota. Sus relatos y su poemas son uno, ambos poesía, ambos magistralmente escritos. El lenguaje utilizado, cada palabra, cada frase, colocada en su justo lugar y medida oportuna, como los cimientos que se colcocan para construir una maravilla arquitectónica. El amor, el terror, las pasiones y miedos humanos envueltos en una atmósfera uníca, están perfectamente retratados en su obra, tan irreal y "fantástica" en apariencia, un espejo fantástico que refleja la más absoluta realidad de cada uno de nosotros.

En estos tiempos que corren en que todo lo que se escribe es de puro consumo, efímero y rápido, vacío sencillo y simplón, como la sociedad en que vivimos, es todo un placer detenerse y maravillarse con la obra de Poe, un auténtico legado tan trágico como magistral, tan actual como inmortal.

Podría extenderme mucho sobre Poe, y aún así solo soy un simple aficonado "medio", estoy más puesto en autores como Lovecraft o Robert E. Howard. Dudo que casi nadie lea esta nota, como dudo que casi nadie lea a Poe fuera de algún cuento o poema, obligado por el corroído "sistema educativo", o por cierto gusto por que le tilden de "friki" como se dice ahora...pero me doy por satisfecho con estos artículos tan breves que aparecen en la prensa escrita (el tercer "media mass") , como testimonio de la importancia e influencia de este autor, al menos aunque sea cada cien años, ,algo es algo...

Aquí dejo un pequeño reportaje-documental emitido en TV sobre la figura del Maestro.







Y Aquí esta espléndida canción del disco Edgar Allan Poe, Legado de una Tragedia, la mejor y más lograda, a mi juicio, de esta más que digna ópera-rock.




Así mismo, dejo está versión de su famosísimo poema "El Cuervo" narrada en español, con la música de fondo del grupo Nox Arcana:



Y para terminar, citaré el comienzo de uno de sus relatos breve, pues considero que es impresionante el dominio de la psique humana que tiene el genio de Baltimore, y la capacidad de atraer la atención del lector desde el comienzo como muy pocos autores, penetrando en terrenos que se piensan incuestionables, haciendo temblar los cimientos de la limitada concepción de la realidad del ser humano:

"Provengo de una estirpe que se ha distinguido por el vigor de su fantasia y el ardor de su pasión. Los hombres me han llamado loco; pero no está esclarecida la cuestión de si la locura es o no es lo sublime de la inteligencia, de si buena parte de lo que es glorioso -todo lo que es profundo- no surge de una dolencia del pensamiento, de unos modos del espiritu exaltado a expensas del intelecto general. Los que sueñan de dia tienen conocimiento de muchas cosas que escapan a los que sueñan únicamente de noche. En sus grises visiones captan vislumbres de la eternidad y se estremecen, al despertarse, viendo que han estado al borde del gran secreto. A retazos aprenden algo de la sabiduria del bien, y más aún de la del mal. Penetran, no obstante, sin timón ni brújula, en el vasto océano de la "luz inefable".

Eleonora, Edgar A. Poe

miércoles, 22 de abril de 2009

Viejos Versos


Palabras llenas de amor

Muertas en el tiempo,

Canciones de ilusión

Cantos de tristeza

Versos viejos y olvidados…

El amor que un día brilló

Más que el sol en el cielo

Hoy es sólo un baúl

De recuerdos y viejos versos

Llenos de melancolía,

Fotos en blanco y negro

Sepultadas por los años,

Sepultadas por el tiempo.


Recuerdos…

¡tantos!

Tan intensos

Aquellos momentos

Perdidos en el tiempo,

Aquellos momentos

¡Mi corazón ardía!..

De aquellos momentos

queda el murmullo de un llanto,

Tan sólo el eco de un lamento…


Historias,

¡Vidas!

que jamás fueron escritas

Lo que hubiera sido

¡y nunca fue!


Y ahora en el silencio

Mejor que nunca la veo,

En este momento,

¡Tan cerca!

Y es mía su tenura,

Sus dulces besos

Su delicada hermosura…

Después de tantos años

Sepultada en viejos versos.


Hoy…

vuelve su perfume

Su sonrisa

Su voz divina,

Todo a la vez

En el tiempo camina

Y llega hasta hoy

Y una débil luz se ilumina

Y las lágrimas luchan por escapar

Como antaño lo hicieron,

Y la sangre golpea la sienes

Tiemblan las manos

Suda la frente….


Y allí está Ella

A mi lado de nuevo

Entre una mágica niebla

¡La veo igual que ayer!

¡Hoy no existe el tiempo!

¡Hoy es mía!

Recuerdos

Olvidados en el tiempo

Hoy

Arden cenizas en llamas,

Vuelve el amor deseado

Al volver a leer los versos

Sepultados por los años

Sepultados por el tiempo…


Enrique Rull


sábado, 18 de abril de 2009

Corsés góticos y cascos de walkiria, por Arturo Pérez-Reverte


Publicado en XLSemanal de El País, Número: 1050, del 9 al 15 de diciembre de 2007

Muy buena exposición y crítica de la música actual, tanto a las chorradas del Heavy, sobre todo nacional, como a toda la basura efímera y exítos prefabricados de los niños guapos de turno...Tiene toda la razón, y dice verdades y realidades; pero este artículo no va a ser leido por masas, no saldrá en TV ni en las radios, ni lo comentarán en Operación Triunfo ni en Gran Hermano, ni en las series españolas esas de las tetas y el paraiso o como sea o las de las juventudes y su problemática y sus "malos royos" y "rebeldía" que salen entre lo más visto...Esta opinión, por mucha razón que tenga, cae en saco roto porque trasngrede las normas impuestas por las sociedad, y por las modas que imponen los medios de masas. Por desgracia la gente solo escucha lo que le echan y ya está, y les gusta porque es lo que gusta a todo el mundo y hay que seguir los estereotipos, la falsa realidad parcelada y sacada de contexto que reflejan los grandes medios de masas y que "nos obligan" a imitar. Se acepta sin pensar, sin conocer, sin dudar. Sin criterio. Te dicen lo que es divertido y como divertirte, lo que se lleva, lo que hay que ver, que leer, que pensar y cómo actuar...

No en toda, pero en buena parte de esta música hay arte, hay música de verdad, no superéxitos de tres días ni canciones del verano, y hay una cultura que nos quieren negar porque no es bueno dejarnos pensar y elegir, porque eso significa ser libres y no hacer lo que les interesa. La realidad es la mía, no la que me quieren presentar. Seguiré escuchando lo que me gusta, conociendo y eligiendo por mí hasta el día que me vaya de este mundo. Forever Fighitng The World.

Enrique Rull

Sin más, les dejo con dicho artículo:


"No soy muy aficionado a la música, excepto cuando una canción –copla, tango, bolero, corrido, cierta clase de jazz– cuenta historias. Tampoco me enganchó nunca la música metal. Me refiero a la que llamamos heavy o jevi aunque no siempre lo sea, pues ésta, que fue origen de aquélla, es hoy un subestilo más. Siempre recelé de los decibelios a tope, las guitarras atronadoras y las voces que exigen esfuerzo para enterarse de qué van. Las bases rítmicas, el intríngulis de los bajos y las cuerdas metaleros, escapan a mi oído poco selectivo. Salvo algunas excepciones, tales composiciones y letras me parecieron siempre ruido marginal y ganas de dar por saco, con toda esa parafernalia porculizante de Satán, churris, motos y puta sociedad. Incluidas, cuando se metían en jardines ideológicos, demagogia de extrema izquierda y subnormalidad profunda de extrema derecha. Etcétera.

Sin embargo, una cosa diré en mi descargo. De toda la vida me cayeron mejor esos cenutrios largando escupitajos sobre todo cristo que los triunfitos relamidos, clónicos y saltarines, tan rubios, morenos, rizados y relucientes ellos, tan chochidesnatadas ellas, con sus megapijerías, sus exclusivas de tomate y papel cuché, y toda esa chorrez envasada en plástico y al vacío. Al menos, concluí siempre, los metaleros tienen rabia y tienen huevos, y aunque a veces tengan la pinza suelta y hecha un carajal, éste suele ser de cosas, ideas, fe o cólera que les dan la brasa y los remueven, y no de cuántas plazas será el garaje de la casa que comprarán en Miami cuando triunfen y puedan decir vacuas gilipolleces en la tele como Ricky, como Paulina, como Enrique.

Pero de lo que quiero hablarles hoy es de música metal. Ocurre que en los últimos tiempos –a la vejez, viruelas– he descubierto, con sorpresa, cosas interesantes al respecto. Entre otras, que esa música se divide en innumerables parcelas donde hay de todo: absurda bazofia analfabeta y composiciones dignas de estudio y de respeto. Aunque parezca extraño y contradictorio, la palabra cultura no es ajena a una parte de ese mundo. Si uno acerca la oreja entre la maraña de voces confusas y guitarras atronadoras, a veces se tropieza con letras que abundan en referencias literarias, históricas, mitológicas y cinematográficas. Confieso que acabo de descubrir, asombrado, entre ese caos al que llamamos música metal, a grupos que han visto buen cine y leído buenos libros con pasión desaforada. Ha sido un ejercicio apasionante rastrear, entre estruendo de decibelios y voces a menudo desgarradas y confusas, historias que van de las Térmópilas a Sarajevo o Bagdad, incluyendo las Cruzadas, la conquista de América o Lepanto. Como es el caso, verbigracia, de Iron Maiden y su Alexander the Great. La mitología –Virgin Steele, por ejemplo, y su incursión en el mundo griego y precristiano– es otro punto fuerte metalero: Mesopotamia, Egipto, La Ilíada y La Odisea, el mundo romano o el ciclo artúrico. Ahí, los grupos escandinavos y anglosajones que cantan en inglés copan la vanguardia desde hace tiempo; pero es de justicia reconocer una sólida aportación española, con grupos que manejan eficazmente la fértil mitología de su tierra: Asturias, País Vasco, Cataluña o Galicia. Tampoco el cine es ajeno al asunto; las películas épicas, de terror o de ciencia ficción, La guerra de las galaxias, Blade Runner, Dune, las antiguas cintas de serie B, afloran por todas partes en las letras metaleras. Lo mismo ocurre con la literatura, desde El señor de los anillos hasta La isla del tesoro o El cantar del Cid. Todo es posible, al cabo, en una música donde el Grupo Magma canta en el idioma oficial del planeta Kobaia –que sólo ellos entienden, los jodíos– mientras otros lo hacen en las lenguas de la Tierra Media. Donde Mago de Oz alude –La cruz de Santiago– al capitán Alatriste y Avalanch a Don Pelayo. Donde los segovianos de Lujuria lo mismo ironizan sobre la hipocresía de la Iglesia católica en cuestiones sexuales que largan letras porno sobre Mozart y Salieri o relatan, épicos, la revuelta comunera de Castilla. Y es que no se trata sólo de estrambóticos macarras, de rapados marginales y suburbanos, de pavas que cantan ópera chunga con corsé gótico y casco de walkiria.
Ahora sé –lamento no haberlo sabido antes– que la música metal es también un mundo rico y fascinante, camino inesperado por el que muchos jóvenes españoles se arriman hoy a la cultura que tanto imbécil oficial les niega. El grupo riojano Tierra santa es un ejemplo obvio: su balada sobre el poema La canción del Pirata consiguió lo que treinta años de reformas presuntamente educativas no han conseguido en este país de ministros basura. Que, en sus conciertos, miles de jóvenes reciten a voz en grito a Espronceda, sin saltarse una coma."



La citada balada de Tierra Santa, cantando La canción del Pirata (la mitad del poema aquí).

domingo, 12 de abril de 2009

Rosas Blancas (Cuento)


La luna refulge en el oscuro cielo mientras paseo entre las sombras de un frondoso bosque. No recuerdo como he llegado aquí, ni por qué estoy aquí, ni siquiera sé a dónde me dirijo, mas mi caminar es veloz y decidido.
Escucho la voz del viento entre las hojas, el crepitar de las ramas secas, y mis propios pasos sobre la tierra cubierta de hojas marchitas.

Hace unas horas estaba cogiendo un autobús de regreso a casa. Recuerdo que me senté en un asiento que, milagrosamente, permanecía vacío al fondo del autobús, y allí me quedé pensando en mis asuntos. A través de la ventanilla, la ciudad pasaba velozmente ante mis ojos, fundiéndose en manchas de colores que me sumergían en una especie de hipnotismo.

Ahora me encuentro caminando por un bosque en mitad de la noche. No sé a dónde voy, pero algo me guía, así que continuo avanzando con paso firme.
No puedo pensar con claridad, solo sé que debo seguir avanzando entre estos gigantescos árboles. Siento el corazón cabalgando desbocado, cada vez más, siento escalofríos y también una extraña sensación que me es muy difícil explicar. Mis manos sudan, mis piernas flaquean, mi mente se nubla. Cuanto más avanzo, con más intensidad siento todo esto, como si me aproximase a algo o a alguien que me produce tales sensaciones, pero desconozco de qué o de quién se trata.
De pronto, a escasa distancia, un débil rayo de luna ilumina ante mí lo que parece una persona. Me resulta muy difícil distinguirla con claridad, mis sentidos no responden como yo quiero, y las sombras se proyectan por el paisaje confundiendo los contornos y oscureciendo los rasgos. Es como ver en un sueño, es un cuadro surrealista que no acierto a comprender.

Está quieta, en pie, en una posición solemne. Me acerco con cautela, ahora ya despacio, para poder verla mejor. Debo realizar un esfuerzo y concentrarme para dominar mis sentidos.
Es la silueta de una mujer. Viste una túnica blanca como la nieve, anudada en la cintura por un fino cordel de brillante oro. Un velo transparente apenas me deja distinguir sus rasgos. Su cabellera, negra como la noche con la que se confunde, cae en una cascada de oscura hermosura sobre sus esbeltos hombros. Lleva los brazos al aire, y sus muñecas portan unos brazaletes dorados también.
Me acerco aún más. Necesito verla con más detalle. Mis manos sudan y tiemblan como nunca en mi vida. Creo que el corazón se me va a escapar del pecho, pero me aproximo hacia ella.
El velo transparente deja su rostro cubierto por una niebla muy fina, difuminando de manera muy leve las facciones de la mujer, dotando a su rostro de un aire irreal y misterioso, que sin embargo, puedo ver y distinguir con asombrosa claridad.
Me mira fijamente. Sus ojos negros como perlas brillantes, ligeramente rasgados, caen sobre mí de tal manera que siento ganas de echarme a sus pies y adorarla como si de una diosa se tratase. Su rostro es armónico y elegante en su conjunto. Sus rasgos finos, delicados y suaves, poseen un encanto y una frescura que no parecen de este mundo.
Sus carnosos labios dibujan una grácil sonrisa, aunque misteriosa. Sus pómulos rosáceos me recuerdan a los pétalos de una flor, igual de radiantes y plenos de vida.

De repente su rostro comienza a borrarse ante mí, como si mi mente se oscureciese, ya no puedo verla con claridad. Pero solo es un breve instante, y entonces vuelvo a recuperarla. Por momentos creo que voy a caer al suelo sin sentido, tan mal me encuentro, pero mi deseo de contemplar a aquella mujer es demasiado fuerte. Siento un nudo en el estómago, la sangre golpeando con violencia mis sienes, mi corazón totalmente desbocado. Empero, resisto, en pie, contemplando la elegante figura de la dama.
Estoy frente a ella, nuestras miradas chocan. Mis ojos quedan petrificados ante aquellas dos perlas de brillante azabache que me miran fijamente. Ya no puedo pensar, mi mente se ha bloqueado por completo. No puedo moverme, no puedo reaccionar de ninguna manera. Sólo en mi interior lucha por abrirse paso un deseo: debo saber quién es, debo preguntarle su nombre.

Es inútil. Mis labios no se mueven, son incapaces de articular palabra alguna. Por más que lo intento, no puedo concentrarme, mi mente se niega a obedecer.
De repente, veo como la mujer alza su mano muy despacio. Me sonríe de tal manera que no me importaría morir con el recuerdo de esa expresión tan maravillosa. Me llena de júbilo, de una felicidad inmensa e inexplicable que jamás he conocido. Siento algo que jamás en mi vida había sentido.
Ahora se ilumina ante mis ojos algo en lo que hasta entonces no había reparado. Su mano porta una espléndida flor, una rosa, de un color tan blanco como la nieve que cae en la cumbres de las más altas montañas. Un blanco tan puro, tan brillante, en plena noche, que casi me hace daño a la vista. La oscuridad parece retroceder con miedo ante aquella rosa que brilla como brilla una estrella en el cielo.

Mis ojos siguen la blanca rosa como el marinero sigue la luz del faro en mitad de la noche. Despacio, su brazo se eleva con la elegancia y suavidad de una bailarina, y me tiende la preciosa flor.

De repente una sensación nueva se apodera de mí. Tengo miedo. Temo que si la toco, desaparezca. Si me muevo, todo se desvanecerá. Estoy seguro.
Y allí la rosa. Y allí su mano. Tan cerca de mí que puedo sentir la calidez de su piel. Con un gesto puedo tomar la flor. Y puedo tomar a aquella dama que tanto deseo. Sus labios...
Mas sé que si lo hago, todo desaparecerá.
Dudo. Una inmensa rabia se abre paso en mi mente porque no sé qué hacer, siento el pecho apunto de estallar y mi cabeza da vueltas.

Algo me golpea. Abro los ojos. Estoy perdido en ninguna parte. Poco a poco, los recuerdos van regresando a mí. El día en el trabajo, el regreso a casa, el autobús, el cansancio…Miro a mi lado y veo que un señor mayor me mira con una sonrisa al tiempo que me dice algo que no acierto a escuchar. Realizo un gesto afirmativo y comprendo rápidamente. ¡Me he quedado dormido en el autobús! Me bajo inmediatamente en la siguiente parada, la mía se me ha pasado hace un rato.
Maldigo por lo bajo. Soy idiota, se me ha hecho tardísimo. Encima estoy agotado después de un duro día de trabajo, lleno de problemas, en el que no he parado. Y pierdo más tiempo quedándome dormido en el autobús, soñando con cosas absurdas e infantiles sin sentido.

Voy caminando a casa, atravesando las calles atestadas de gente, coches, ruido y humo. Voy recordando el maldito día que he pasado en el trabajo, y la poca gracia que me hace volver mañana. Recuerdo el lío en el que me han metido mis compañeros por su incompetencia e irresponsabilidad. Los nervios, la cara de mi jefe molesto conmigo, injustamente, no veía la hora de irme a casa...
Recuerdo... Un bosque. La luna, la noche. Una extraña dama de belleza sin par y una rosa blanca. ¿Dónde? Siento que he perdido algo. Un Sueño, nada más, pero me siento vacío. Alguna parte de mí se quedó en aquel sueño, una parte de mí sigue amando a aquella misteriosa dama de belleza sin par. Me acuerdo de aquella rosa blanca que me ofrecía, sus ojos, su sonrisa...en un instante siento al mismo tiempo una profunda pena y una sensación reconfortante de bienestar. ¿Quién era? ¿Solo la inventé yo?

Me quedo clavado frente a una tienda. Venden flores. Tienen rosas y son de color blanco. No puedo resistirme y salgo con un ramo hacia mi casa. Admiro su blancura, su aroma embriaga mis sentidos.
Cierro los ojos y la veo. Otra vez allí. Es ella.

Seguiré comprando rosas blancas todas las semanas. En mi casa siempre tendré frescas rosas blancas llenas de vida, de luz y de esperanza…

Versos de amor entre las sombras


El viento susurraba
Cual llanto de dolor,
En mi ventana silbaba
Como una triste canción,
Y yo frente al piano
Recordaba tu amor.

De las teclas salían
Melodías de pasión
Y una dulce balada
Que desgarraba el corazón,
Y mientras yo tocaba,
Recordaba tu amor.

Mis manos se movían
Guiadas por mi dolor
Y en mi mente solo escuchaba
La dulzura de tu voz,
¡Era un susurro en el vacío,
Que me recordaba tu amor!

Siempre es otoño
Sin tu sonrisa,
El cielo nublado
Las flores marchitas
El sol apagado
Y las estrellas,
Que ya no brillan.

Te fuiste con el viento
Hacia el cielo volaste
Te convertiste en estrella
¡Y tan solo me dejaste!

Hoy sigo mi camino
Un oscuro sendero
De rosas negras
Y frío hielo.

Hoy frente al piano
Te dedico esta canción,
Esta humilde balada
¡Llena de amor e ilusión!

Enrique Rull Suárez




A UNA NINFA…

De la ninfa más bonita
Me he ido a enamorar,
Ella en el bosque no habita
La encontré en aquel lugar
Donde el amor no palpita,
Y del cual prefiero no hablar.

De lágrimas los años
De mi vida pasados,
Soledad, tristeza y agonía
Tantos amores frustrados,
La esperanza que moría…

¡Y entonces llegó ese día!

Yo en el fondo sabía
Que por ti nunca debía
Amor de verdad sentir,
Mas cuando iba a dormir
En mi sueño te veía
Y tu corazón sentía
¡Tan cerca de mí latir!

¿Hay amor sin locura?
El amor es fuego
Desatado, y ternura;
Un corazón de hielo
No sabe de hermosura
Ni de sentir el cielo
Ni de abrazar la luna,
Un corazón sincero
¡Siempre ama sin cordura!
Y loco yo de Amor caí,
E incapaz de encontrar cura,
Hice estos versos para ti

La primavera ha llegado
El sol, la alegría, ¡el amor!
Yo al otoño sigo atado
Pues vivo sin tu calor
A la tristeza encadenado
Sin de tus ojos el resplandor.

Otra vez el destino
Se entromete en mi camino
¡Dioses! ¡Yo os maldigo!
¿Por qué me negáis
El amor que he elegido?

Sombras en la noche
Me traen tu recuerdo
¡Y ansío tanto tenerte!
Tu dulce voz anhelo,
Vestida de princesa
En mis sueños te veo
Y beso tu boca de fresa
Y de tus tiernos labios bebo;
Tus caricias son de seda
Tu piel de terciopelo,
¡Ardo en tu lengua traviesa,
En tu mirada me pierdo!

En las noches he pensado
Que era mejor olvidar
Borrar todo lo pasado,
Mi felicidad con otra buscar.
Mas pronto he descartado
Esa absurda realidad,
Quizá estoy envenenado
De tu encanto sin par,
Quizá contigo a mi lado
No necesitaría más,
Pues me da vida tu ternura
Tenerte a mi lado al despertar
Tu voz, tus ojos, tu boca, tu dulzura,
¡Ninfa mía! ¡Yo te Amo de verdad!

Enrique Rull Suárez



Sobre el oscuro cielo
una estrella brillaba,
en la noche con miedo,
tu brillo me guiaba.

Y yo tan lejos me encontraba
en lo alto te veía
y aquella luz que anhelaba,
alcanzar no podía.

Y esa noche estaba
llena de melancolía,
mil estrellas brillaban
y solo a ti te seguía.

Tu luz era la mía
en su fulgor me bañaba,
y era tu alegría
el aire que respiraba.

Anoche el viento gemía,
y yo solo en la cama,
en mis sueños eras mía,
¡tu mirada me besaba!

Hoy la luz del día
la realidad alumbraba:
solo eres una fotografia,
y yo un alma atormentada.

Esta noche volveré
a mirar el cielo en mis sueños
y allí de nuevo te veré
¡tan radiante y bella, y tan lejos!



FITNESS & BODYBUILDING





"La masa muscular no siempre es un signo de fuerza. La fuerza se manifiesta a través de la bondad. La fuerza es la comprensión de que el poder es tanto físico, como emocional. Que es la conjunción del cuerpo y la mente. Y el corazón."

http://nutricion-evolutiva.blogspot.com/2010/12/el-hierro-y-el-alma-de-henry-rollins.html

Gran aficionado al culturismo y al deporte en general, me encanta entrenar con pesas, y ayudar a los demás. A pesar de que mi deporte era el ciclismo, lo cambié por el entrenamiento con pesas...la verdad, para mí el ciclismo sigue siendo el deporte más duro que existe, brutal...pero el culturismo no lo es menos...requiere 24 horas, disciplina, paciencia, humildad...eso si, también fomenta una amistad y fraternidad que pocos deportes provocan.

Este es un video de culturismo auténtico, Lee Labrada, uno de los mejores físicos. No solo es un cuerpo, como se aprecia, es increible la elegancia, simetría y belleza plástica de la rutina de poses, es casi un baile:




Y aquí, el grandísimo Bob Paris, una auténtica escultura en movimiento, y uno de los físicos más estéticos y proporcionados