sábado, 15 de diciembre de 2012

A Una Bailarina

He visto caer una lágrima
De tus negros ojos tiernos,
De tu rostro triste y bello,
¡Tu dulzura 
Presa de amargo lamento!
¡Mas detente! 
Otra lágrima ver caer no quiero.
Aunque como una flor
Por el rocío empapada,
Así resaltaba tu pena,
Frágil, hermosa y delicada.

A mí tus lágrimas
Al alma me llegan,
Y si otros no sienten,
Yo el doble siento;
Y tu llanto se hace
Hondo pesar en mi pecho,
Que aquellos que sienten,
Cuando ven marchitarse
Lo puro y lo bello,
El doble se afligen
Y sangran por dentro. 

¡Seca hoy tus lágrimas!
Que frívolas palabras
No toquen corazón excelso,
Que tu tristeza ver no quiero,
Y cumple tu deber etéreo:
Alumbra con tu sonrisa 
Nuestro cielo,
Álzate sobre almas impuras,
Baila alegre con la luna,
Sólo a los ángeles escucha;
Y con indiferencia desdeña
El lenguaje que no venga 
De la más pura inocencia. 

Para Pilar
Enrique Rull Suárez

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