domingo, 10 de julio de 2011

Ojos Dorados


Mecía la brisa perezosa
De los árboles las tristes hojas
Noche de verano calurosa,
Pisadas lentas y silenciosas .

Mi corazón aún lloraba
Por los sueños del pasado
Amores de lágrimas bañados
Amores muertos y enterrados.

Tras la noche asoma el alba
Y el mundo ilumina con su mirada,
Y tus labios me besaron
Como besa el rocío las rosas
al alba,
las anhelantes rosas
por un beso del rocío
tras larga noche,
la belleza despierta
Y la frescura y la vida las embriaga
Y al nacer el nuevo sol
¡Brillan tanto como brilló mi alma!

Y fueron tus caricias
El faro
en mitad de las tinieblas
tu mano
suave seda bronceada
que dulcemente curaba
heridas de un alma atormentada.

Y aún veo tus ojitos de oro
Que sobre mí derramaron,
Brillantes, tanta cálida dulzura
¡Ardiente pasión, y tanta ternura!

Y mi alma hoy vacía
En la noche suspira
Por un día más junto a ti
Y los sueños que un día
Murieron en mi vida
Hoy parecen resurgir
Al recordar tu sonrisa
Esta noche fría y gris.

Para Walquiria con cariño, de Enrique Rull

1 comentario:

  1. ... Y fueron tus caricias
    el faro
    en mitad de las tinieblas
    tu mano..."
    Las cosas mas sencillas suelen ser las mas poderosas.

    Me ha gustado tu poema.

    Un abrazo, compañero

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