
Mecía la brisa perezosa
De los árboles las tristes hojas
Noche de verano calurosa,
Pisadas lentas y silenciosas .
Mi corazón aún lloraba
Por los sueños del pasado
Amores de lágrimas bañados
Amores muertos y enterrados.
Tras la noche asoma el alba
Y el mundo ilumina con su mirada,
Y tus labios me besaron
Como besa el rocío las rosas
al alba,
las anhelantes rosas
por un beso del rocío
tras larga noche,
la belleza despierta
Y la frescura y la vida las embriaga
Y al nacer el nuevo sol
¡Brillan tanto como brilló mi alma!
Y fueron tus caricias
El faro
en mitad de las tinieblas
tu mano
suave seda bronceada
que dulcemente curaba
heridas de un alma atormentada.
Y aún veo tus ojitos de oro
Que sobre mí derramaron,
Brillantes, tanta cálida dulzura
¡Ardiente pasión, y tanta ternura!
Y mi alma hoy vacía
En la noche suspira
Por un día más junto a ti
Y los sueños que un día
Murieron en mi vida
Hoy parecen resurgir
Al recordar tu sonrisa
Esta noche fría y gris.
Para Walquiria con cariño, de Enrique Rull
... Y fueron tus caricias
ResponderEliminarel faro
en mitad de las tinieblas
tu mano..."
Las cosas mas sencillas suelen ser las mas poderosas.
Me ha gustado tu poema.
Un abrazo, compañero