domingo, 27 de enero de 2013

¿Temes mis besos?


¿Temes mis besos?
Yo los tuyos temo.
De tu mirada siento miedo,
De esas tiernas pestañas
Que se arquean al mirarme
Suntuosas, oscuras y sensuales;
De tus pupilas donde me veo
Temblando como niño sin resuello.
Temo tu voz que hace vibrar mi cuerpo,
Temo tus ademanes, tus palabras, tu silencio,
Temo el calor que emana de tu seno,
Y temo tu sonrisa que me deja sin aliento.
¿Y tú? ¿Temes mis besos?
No temas al alma pura que se entrega toda
No temas la inocencia que me mueve
La devoción que por ti siento,
¡No temas esos besos!
Que mis labios al tocar los tuyos,
Buscarán tu alma, tu corazón, tus secretos.
Así como la rosa sólo brilla cuando se abre
Y se baña en dorados rayos de vida,
Así  hoy mi corazón se ha abierto,
Y brilla con el suave candor del cielo
Que emana dulcemente tu alma divina.
Así, mujer, no temas mis besos.
Pues sólo inocencia y amor
Caben en este pecho.

Enrique Rull Suárez

domingo, 6 de enero de 2013

Sé De Un Poeta


Sé de un poeta
Que hace versos coloridos
Transgresor y a la moda
Publica en grandes libros
Gana certámenes y premios
Y por todo el mundo
Su nombre es conocido.

Sé de un poeta
Que hace versos políticos
Maestro de la retórica
Dice cantar al pueblo oprimido
La prensa de su tiempo le adora
Sus libros son los más vendidos,
¡Siempre está lleno su bolsillo!

Sé de un poeta
Que a su amada escribió
unos versos sencillos,
Con dulzura sincera e inmortal cariño;
El tiempo pasó
Y el poeta murió en el olvido:
Sin amor, sin éxito reconocido.

Mas yo  fascinado sus versos leo ahora
Y siento como vino añejo su obra,
Más dulce, más denso el aroma
De dolor y del amor más puro brilla toda.

En sus sencillos versos yo veo
Aún su tierno corazón latir
Fuerte, transparente, intenso como viento
Que ruge en la noche y vaga eterno
Buscando la voz de su amada oír.

No le llegó ningún éxito
Jamás a sus labios el ansiado beso,
Humilde, solitario, soñador,
Sin lugar a  dónde ir,
Sin amor ni hogar en la tierra,
Cuál ángel fue obligado a partir.

En silencio te fuiste
Pero dejaste tu corazón aquí,
Puro, límpido, roto de amor.
¡Hoy mis más sinceras lágrimas,
Son derramadas por ti!

Enrique Rull Suárez